Tuvimos que esperar 2 largos años para ver a nuestros «Huasos» escoltar la carroza que lleva la Eucaristía a los enfermos en nuestro querido Lo Barnechea. Una tradición que en nuestro Pueblito se celebra puntualmente hace décadas, y que forma parte del núcleo patrimonial que tenemos que proteger y conservar con todas nuestras energías y convicciones.
Personalmente ver las bicicletas adornadas me devuelve instantáneamente a mi infancia, la cual viví año tras año vestido de blanco y amarillo, donde en cada oportunidad nos desvelábamos adornando cada centímetro de nuestras bicicletas, esperando con ansias que llegara la mañana para salir a rodar junto a la comitiva que da protección al Santísimo.
Esta vez sigo el Cuasimodo desde mi bicicleta, pero en calidad de reportero y fotógrafo para nuestro querido Diario y Boletín comunal llamado Gran Barnechea.
Pero la emoción es la misma, ya que entre los cuasimodistas está mi padre Jorge Guerra Araya, mi hermana Jessica Guerra Duran, el tío Jorge Villavicencio y desde el cielo el querido tío Adolfo Dell’Orto, quienes han conservado las tradiciones de esta fiesta año tras año durante décadas.
Relato y Galería de Fotos por Jorge Guerra Duran
EL CUASIMODO DEVUELTA Y SUS HITOS TRADICIONALES – Por Marie Louise Pagola
Hubo una gran expectativa el domingo pasado en Barnechea después de dos años sin Cuasimodo. Esperé muy atenta al grupo de cuasimodistas, parada frente a la hermosa casa azul que se ubica en la esquina de calle San Lucas con Raúl Labbé, y que siempre me ha llamado la atención por su estoica resistencia frente a la presión inmobiliaria. Frente a la casa había mucha gente esperando que corrieran por calle Raúl Labbé hacia la iglesia.
¡Viva Cristo Rey! Pasaron cofradías de jinetes al galope con sus a caballos, otros en carruajes y bicicletas, luciendo coloridos atuendos. Todos van con sus capas porque esta es una celebración religiosa, una de las más antiguas que se han practicado en las áreas rurales de la zona central de Chile. Se celebran hasta hoy en zonas urbanas de algunas comunas periféricas de la Región Metropolitana. Para los habitantes del Pueblo de Lo Barnechea y su entorno, el Cuasimodo es parte de su identidad. Muchas personas nacidas y criadas en el pueblo, por generaciones han participado en esta fiesta religiosa, acompañando de una u otra forma el recorrido. La comunidad cuasimodista es muy apegada a la iglesia.
Hay gran cantidad de huasos que acompañan al Santísimo, durante esta celebración. Existe la esperanza de una continuidad en el futuro ya que los huasos mantienen muy arraigada estas tradiciones. Es fundamental para la continuidad de esta celebración, la preservación del eje Av. Lo Barnechea, nos señala una familia Barnecheína que se encontraba en el lugar: “es bueno que se conserve con sus casas, así como la iglesia y el entorno de Raúl Labbé”. No es el mismo camino rural de antaño, pero sigue siendo referencia identitaria de ese mundo cargado de tradiciones del campo, ahora en un contexto urbano.
“Se ha ido creando una tradición en la comuna. Es el día de Jesús Santísimo. Se sale a visitar a los enfermos que no pudieron comulgar el día de Pascua y Resurrección. El sacerdote es escoltado por huasos Cuasimodistas. Después se hace la misa criolla en la Medialuna”.
En el Cerro 18 estaba todo preparado para que entraran a la medialuna los devotos en sus caballos y se celebrara una linda misa criolla. Al final, al son de las campanillas salió de la medialuna el carruaje con el sacerdote escoltado. Alrededor y desde arriba en las galerías estábamos los participantes, desde donde se apreciaban las vistas hacia los cerros. Al salir había parrillas prendidas, asados y harta vida social. Es que el cerro 18 fue y sigue siendo un espacio recreativo y para pasar una buena tarde de domingo.
“Yo llevo cuarenta años viviendo aquí en la comuna. Antiguamente era otra cosa. Había canastos de empanadas. Se compartía hasta la chicha.”.
Fotografías e Historias por Victoria Uranga